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Con 39 340 km2, la Península de Yucatán alberga una extensa variedad de flora y fauna. Y dentro de ella, en Yucatán, se encuentran los lugares ocultos más singulares llamados cenotes. El número de cenotes en el estado de Yucatán es de entre 7.000 y 8.000. Increíble ¿verdad? Y hay registros de al menos 2.400 cenotes interconectados bajo tierra.
Entonces, ¿quieres saber más sobre los cenotes? Visita Yucatán, y sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre los cenotes.
El término cenote (del maya ts'ono'ot o d'zonot, "caverna con depósito de agua") se refiere a cualquier espacio subterráneo con agua, con la única condición de que esté abierto al exterior en algún grado.
También conocidos como "cavernas anodinas inundadas", los cenotes son ecosistemas únicos en el sureste de México.
A pesar de su relevancia histórica y biológica, poco se sabe realmente de uno de los sistemas acuíferos más complejos del país. Sobre qué es un cenote, cuál es su estructura y qué especies se pueden encontrar en su interior, esto es todo lo que necesitas saber.
La característica más importante de la topografía de la península son los cenotes. Estos se concentran en la parte norte, a lo largo de una línea imaginaria situada entre Tulum, Quintana Roo y Campeche, y disminuyen hacia el sur de la península. La roca cárstica se caracteriza por su alta permeabilidad y un gradiente hidráulico casi nulo; el agua de origen meteórico se infiltra y acumula en el subsuelo, formando una lente el subsuelo, formando una fina lente de agua dulce que flota sobre el agua salina sobre una masa de agua salina más densa, que se origina por intrusión marina natural. El contacto entre las dos masas de agua, dulce y marina, forma una zona de mezcla o haloclina, que juntas forman un importante componente geológico del acuífero. El lente de agua dulce es la única fuente de agua dulce en la Península de Yucatán desde tiempos prehistóricos, renovable sólo por las lluvias estacionales.
Entonces, ¿cómo han llegado a existir los cenotes? Bueno, en realidad, las fuertes lluvias en la Península de Yucatán desbloquean la roca caliza y, con el tiempo, generan un sistema de cavernas subterráneas.
Aunque los cenotes son ecosistemas fundamentales en el sureste de México, los biólogos del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) reconocen que son "sólo un recurso parcialmente conocido".
Los científicos de la UADY aseguran que todos estos cuerpos de agua están intercomunicados entre sí. Por lo tanto, el daño infligido a uno impacta en los demás, y por ende, en el equilibrio de los otros ecosistemas de la Península de Yucatán.
En la antigüedad, se consideraban portales al reino de Chaac, el dios maya de la lluvia y la vida. Aunque, hoy en día, los cenotes están amenazados por los megaproyectos promovidos por la agenda estatal.
A lo largo de la historia de las civilizaciones de esta región del país, han representado un vínculo espiritual con la tierra y el universo. Particularmente en la forma maya de entender el mundo.
En el apogeo de la civilización maya, los cenotes eran entendidos como portales al inframundo. Por ello, estos pasajes mágicos eran también el escenario de múltiples rituales mortuorios y sacrificios sagrados. Entrar en las fauces de un cenote, por tanto, implicaba una conexión espiritual con la tierra, el agua y la fauna local.
Los mayas solían realizar ceremonias especiales en torno a los cenotes, realizando ofrendas y diferentes rituales según sus dioses.
"Sus aguas, expuestas en mayor o menor grado a las condiciones ambientales imperantes en la península, proporcionan un entorno peculiar en el que se han desarrollado formas de vida únicas".
Según las investigaciones y los registros biológicos que existen de la fauna de los cenotes, los animales que habitan estos espacios son principalmente peces y crustáceos. Sin embargo, también se puede encontrar una gran diversidad de plantas acuáticas que se nutren del sedimento calcáreo.
Asimismo, la vida que habita en un cenote depende de su antigüedad y morfología. Se clasifican principalmente en las siguientes categorías
Un dato interesante para conocer la antigüedad de un cenote es que los más antiguos están completamente expuestos, mientras que los más jóvenes tienen la cúpula casi intacta. En cualquier caso, independientemente de cuándo se haya creado esta estructura geológica, los cenotes están interconectados. Finalmente, también desembocan en el mar filtrando el agua a través de kilómetros bajo tierra.
El número aproximado de cenotes en la península no ha sido estimado dada la dinámica existente en su formación. El número considerado en el estado de Yucatán oscila entre 7.000 y 8.000 cenotes; la cobertura forestal ha dificultado el cálculo para los estados de Campeche y Quintana Roo.
Hasta el momento, se han registrado al menos 2.400 formaciones de este tipo en la Península de Yucatán. Megaproyectos como el Tren Maya y la infraestructura hotelera masiva no sólo dañan el ecosistema, sino que alteran la conexión mística que los pueblos originarios tienen con estos espacios aún en la actualidad.
El turismo irresponsable, el uso de protectores solares, las aguas residuales y la filtración de materiales de construcción son algunas de las principales amenazas para los cenotes en México. El principal problema radica en que los daños sufridos por uno repercuten en los demás. Así, uno de los sistemas acuíferos más importantes del país se ha visto mermado.
Fuente: National Geographic en Español